Vi como decaía nuestro existir entre musgos y retoños. Nada podía evitarlo. Ni las tristes hojas que caían suavemente entre las ramas secas del otoño..
Sentía que nuestro amor se iba a un profundo hoyo y nada podía salvarlo.
Esperanzado por que sobreviviera, di un último suspiro y cerré los ojos.
Pero pudo mas mi Inocencia al creer que esto sucedería.
No hubo marcha atrás y quedamos como esas tristes hojas que caían suavemente entre las ramas secas del otoño
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