Era un día cálido lleno de sol
Cuando de pronto apareció del cielo
Un impactante rayo de luz,
Que llevaba entre sus labios encendido un tizú...
¡Y eras tú!
Y un hombre que triste de dolor gemía
Se impresionó al ver la luz que destelló
Quedando en silencio por tan hermosura,
Elevó la vista anhelante, suspiró, y enamorado tras ella prosiguió...
¡Y era yo!
Munir abu hassan
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